miércoles, 5 de septiembre de 2007

Nuevo decálogo de un cuentista, Andrés Neumann (Argentina)

I

Si no emociona, no cuenta.

II

La brevedad no es un fenómeno de escalas. La brevedad requiere sus propias estructuras.

III

En la extraña casa del cuento los detalles son los pilares y el asunto principal, el tejado.

IV

Lo bello ha de ser preciso como lo preciso ha de ser bello. Adjetivos: semillas del cuentista.

V

Unidad de efecto no significa que todos los elementos del relato deban converger en el mismo punto. Distraer: organizar la atención.

VI

Anillo afortunado: a quien escribe cuentos le ocurren cosas, a quien le ocurren cosas escribe cuentos.

VII

Los personajes aparecen en el cuento como por casualidad, pasan de largo y siguen viviendo.

VIII

Nada más trivial, narrativamente hablando, que un diálogo demasiado trascendente.

IX

Los buenos argumentos jamás pierden el tiempo argumentando.

X

Adentrarse en lo exterior. Las descripciones no son desvíos, sino atajos.

XI

Un cuento sabe cuándo finaliza y se encarga de manifestarlo. Suele terminar antes, mucho antes que la vanidad del narrador.

XII

Un decálogo no es ejemplar ni necesariamente transferible. Un dodecálogo, muchísimo menos.

FIN

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