domingo, 30 de septiembre de 2007

El plan de obra

La propuesta del libro

1)La carta de presentación:

Es necesario encabezar el paquete con una carta que lo identifique como una propuesta de libro. La misma debe incluir: el título propuesto y detallar el contenido de la propuesta que debe incluir: sinopsis, ideas para promoción, curriculum del autor, entre otros. Además, debe especificar si el libro ya ha sido terminado o hay una fecha establecida para tener listo el manuscrito.

2)El título

Uno de los problemas aparentemente menos importantes de un cuento pero que puede determinar en varios aspectos su éxito, tal es el título. Así que, a continuación, unos pocos comentarios al respecto

Imaginemos que Karate Kid se llamara El arte de la patada de garza japonesa; que Philadelphi -la película sobre el SIDA- Luchar contra la discriminación entre abogados; o Madame Bovary, La triste historia de una tonta llamada Emma...

Son ejemplos exagerados, pero permiten observar, por lo menos algo: la primera atracción que una obra puede ejercer sobre su receptor se pierde con un mal título.

Es más, un mal título puede ser causa suficiente para dejar de leer un libro o pasar de una película. Incluso, en algunos casos, los editores han cambiado los títulos originales con los cuales algunos autores les han entregado su obra, para asegurar un gancho comercial.

El título es al libro lo que el empaque, según concuerdan las teorías mercadológicas, es al producto: es la tarjeta de presentación, es la puerta de entrada. Además, el título puede permitir al lector prever la temática del libro, el nombre de algunos de sus personajes o el lugar donde se desarrollan las acciones, entre otras posibilidades; lo particular o sonoro de un título puede ser móvil suficiente para que el lector emprenda la lectura.

Básicamente podemos encontrar dos grandes tipos de títulos: aquellos que tienen que ver directamente con el relato y aquellos que no tienen relación alguna (al menos directa).

a)Títulos que no tienen relación directa con el relato

Puede que tengan un valor comercial (por ejemplo, asociar con Da Vinci casi cualquier materia en un título de libro podría ser una buena estrategia) o un valor simbólico, que permita, a partir de su lectura alguna asociación. Alguna vez se llegó incluso a trabajar el tema con la película de Tarantino Reservoir dogs cuyo título, por más que se trate de catalogar de "perros" a sus personajes, no tienen ningún significado. De hecho, su origen está en la siguiente anécdota: "se trata de un cruce entre los títulos de dos películas que le encantan a Tarantino. Por un lado, PERROS DE PAJA de Sam Peckinpah (que en el original se titulaba STRAW DOGS), y por otro lado el film francés ADIOS, MUCHACHOS de Louis Malle, cuyo título original AU REVOIR LES ENFANTS era imposible de pronunciar para Tarantino, por lo que se refería a ella como "The Reservoir Film", es decir, como si le llamáramos "la película esa de Reservoir", ya que "Reservoir" era la palabra inglesa más aproximada al original francés." (Unai Epelde)

Lo importante sería recordar que, si bien un título que no esté relacionado sino que simplemente tenga un valor anecdótico, estético o muy personal para el autor, hay que considerar que si no se trata de un relato realmente fascinante, el lector prontamente, decepcionado, abandonará el texto

Títulos directamente relacionados con el libro

Las ventajas de éstos son obvias: adentran de una vez al lector en la materia del libro, puede que le provoque curiosidad acerca de alguno de sus aspectos, en resumen, dirigen al lector hacia el corazón del libro.

Entre estos tenemos los siguientes casos:

1)Nombres de personajes: Conversaba con un alumno acerca de esto, en especial en el caso de las telenovelas, ya que Delia Fiallo, la gran matrona del género suele colocar como nombre de sus obras el de la protagonista, estrategia que ha sido criticada de facilismo. Es importante destacar que, en el caso del melodrama, en el cual es tan importante la relación entre audiencia y personajes, una relación tan cercana que llegue a la empatía y la identificación, este recurso funciona. Sin embargo, en la ficción escrita, no hay garantía de éxito. Llamar a un relato Gabriela, Carlia, Jesús no nos invita directamente a la lectura, sin embargo, es posible que en ciertas formas narrativas como aquellas que imitan a la biografía sean útiles (como David Copperfield, de Dickens).

Una variación es el nombre más la profesión o alguna condición (p.e. Bartleby, el escribiente, de Melville; Inés Duarte, secretaria, telenovela; Ciudadano Kane; El coronel no tiene quien le escriba)

2)Nombres de lugares: nuevamente una opción interesante aunque puede ser demasiado genérico, razón por la cual no se utilizan en este caso lugares tan conocidos. Por ejemplo, la película Fargo, de los hermanos Coen, requería un cierto conocimiento de la geografía norteamericana para ubicar claramente el lugar. Hace algunos años hubo una película llamada Paris, Texas, que jugaba con el nombre de un poblado homónimo de la capital parisina en el estado sureño de los E.E.U.U. Si el lugar es tan particular que por sí solo invita a la curiosidad podría funcionar. (Rashomón, La casa de las bellas durmientes)

3)Frases o alusiones a la materia básica del libro: Basta con leer títulos como El halcón maltés, El Código da Vinci, La perla, Cien años de soledad y cotejarlos con el contenido de las obras a las cuales pertenecen para darnos cuenta de la forma como esta forma de titular complementa las historias. Se trata de seleccionar aquellos elementos que tienen por sí solos una importancia fundamental en la trama y llevarlos al primer plano del título

Si bien dar una receta para titular es casi imposible, consideramos que si hay algo que el ejercicio de buscar título a nuestro libro puede proporcionarnos es la obligación de jerarquizar los elementos del mismo, por eso, si bien la respuesta de estas preguntas no necesariamente generen por sí mismas un título, podrían ayudar:

1)¿Cuál es el tema de mi libro?

2)¿Cuáles son las ideas principales que expongo ?

3)¿Cuán importante es el ambiente físico?

4)¿Cuál es la principal solución que ofrezco?

5)¿Cuáles palabras me servirían para describir el público meta?

En la página debe ir el título en el centro, con el nombre del autor debajo en letras más pequeñas. Se puede añadir un subtítulo si se considera necesario.


3)La sinopsis

La sinopsis es el corazón de la propuesta de libro. Debe describir la historia tema y el propósito del libro (la premisa). Si no somos capaces de escribir este texto en una o dos páginas, probablemente nuestra idea sea demasiado complicada y habría que repensar el libro. La sinopsis debe tener una presentación en la cual se habla del comienzo del libro, de su desarrollo y de la conclusión final que se presenta. Se pueden hacer citas textuales del libro para ilustrar algunos puntos (como estadísticas, datos, entre otros).

4)Ideas para promoción

Es relevante para los editores saber si uno tiene la posibilidad de promover el libro. Por eso si se dan clases o uno es invitado frecuentemente a conferencias, si se tiene un programa de radio o de televisión o una columna en un medio impreso es importante incluir, así como planes específicos como talleres, charlas

5)Público meta

Explica al editor para quien, desde el punto de vista del autor, se escribió el libro.

6)Resumen curricular

Se trata de un texto corto que debe incluir toda aquella información relevante que califica al autor como apto para escribir un libro de ese tema y excluye todo aquello que es mero adorno. Es necesario ser específico (colocar más de 25 años en lugar de “vasta experiencia”, por ejemplo)

7)Resumen de capítulos

Se puede incluir una breve descripción de los capítulos que componen el libro.

8)Capítulos de muestra

Particularmente el primer capítulo, el cual puede enviarse completo. Lo importante es que este primer capítulo tenga verdadero gancho y, como se explicó previamente, no se gaste en explicaciones introducciones. Algunas primeras frases memorables son: “Cuando despertó, Gregorio Samsa estaba convertido en un insecto” (Kafka, La metamorfosis)

Frase para recordar: “Algunos libros son inmerecidamente olvidados, ninguno inmerecidamente recordado” W.H. Auden

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